Innovar es tener la capacidad de hacer un cambio sustancialmente diferente que brinde valor y no generar muchas ideas para crear algo nuevo y terminar sin ejecutar alguna.
Hoy en día muchos piensan que el ser innovador es crear algo completamente nuevo, pero no es del todo cierto, también es tener la capacidad de coger un producto o servicio ya existente y hacerle una mejora notable.
Una persona puede ser muy creativa y tener muchas ideas, pero eso no significa que está innovando. El éxito en la innovación implica identificar oportunidades de mejora en ideas ya existentes, y llevarlas a un proceso de creación real y efectivo.
Este problema es más común de lo que se cree, pues las personas suelen generar muchas ideas, y esto lleva a que piensen que la mejor manera de medir su nivel de creatividad, es con base en la cantidad de ideas que proponen. Pero el error está en que al pensar muchas ideas, al final, no desarrollan ninguna por completo y esto conlleva a volver al principio, a no tener nada. En pocas palabras, es mejor tener una sóla idea y desarrollarla muy bien, y no tener miles y no ejecutar ninguna de ellas.
En un mundo que está en constante cambio, siempre va a haber algo mejor que hacer, y esto es porque las personas también cada vez exigen cosas mejores que les facilite la vida.
Un ejemplo evidente de que es posible mejorar algo que ya existe es Square; Una empresa que decidió cambiar el modelo de negocio en cuanto a los métodos de pago. Constantemente está buscando maneras de hacer que los pagos electrónicos cada vez sean más fáciles.
Square Terminal fue su última innovación y consiste en un dispositivo de lectura de tarjetas de crédito de una sola pantalla que ofrece conectividad inalámbrica y una pantalla táctil que le permite realizar pagos y generar recibos (es como si fuera un teléfono inteligente que se apoya en una base blanca en ángulo).
Lo que hizo esta empresa, fue identificar la necesidad del consumidor de tener más formas de pago y mostrarles de una manera práctica la solución. Square es un ejemplo de innovación que demuestra que es posible mejorar algún producto o servicio para la practicidad de las personas, incluso cuando ya les han hecho innovaciones anteriormente. En un mundo que está en constante cambio, siempre va a haber algo mejor que hacer, y esto es porque las personas también cada vez exigen cosas mejores que les facilite la vida.